Historia del Judo en San de la Maguana II

lunes, 1 de septiembre de 2008

Los años sesentas, más precisamente, a final del año de 1966, cuando Ranulfo Butten lo introdujo a través de libros de ju-jitsu, que en lenguaje japonés era una forma de "Atemi-Waza" ( o la forma de defensa personal para encuentros callejeros).

Ranulfo Butten, Ramón Ramírez( nuestro inolvidable Ramón Bola, fallecido ) y un servidor, nos invitó a practicar Ju-Jitsu en las pajas de arroz de las factorías arroceras que estaban a la salida de Juan de Herrera.

No recuerdo con exactitud a cual factoría íbamos en las tardes a practicar, si era a la de Homero Paniagua, Ramón Lantigua, etc., pero se que era a una que esta mas allá de la gallera de San Juan.

Después creo que se nos unieron otras personas que creo fueron Ramoncito, del cual no recuerdo su apellido ( pero que creo es ingeniero electromecánico y que vivía por la Anacaona, el también estudiaba en el colegio católico junto a Ranulfo Butten y Ramón Ramírez); también Pedroso y hasta creo que Ricardo Morillo ( el Dr. Ricardo Morillo, hijo de Maclín Morillo). Algunos no asistían regularmente. Solo Ranulfo, Ramón Ramírez y yo practicábamos casi diario en la paja de arroz de dicha factoría.

La persona de Ranulfo Butten empezó a ser conocido entre los muchachos de la ciudad, de ahí que en las noches frente al parque, se oían las voces vociferando: "ahí viene el judoka Butten". El entusiasmo por el Judo entre los jóvenes de aquella época no se hizo esperar. Empezaron a llover las propuestas para que se instalara una sucursal de Judo en San Juan.

Fue así como Ranulfo Butten y los demás, nos reunimos y acordamos entrenar en el patio del Colegio Católico Padre Guido Gil mediante un permiso que fue concebido por la Sister Teresa, directora en ese entonces del colegio. Tal y como se menciona en el anterior mensaje, hacíamos maromas( las caídas del Judo ), que entusiasmaban a los transeúntes. Una de las personas que se nos unió con mucho entusiasmo como todo un joven pero que a la vez era un hombre maduro padre de familia, fue don Mario Fondeur, propietario de la Heladería Fondeur.
El grupo crecía.

Fue así que se iniciaran las conversaciones para formar definitivamente un club de Judo en San Juan. Como el Ingeniero Edmundo Pena ( alias Mundo, hijo del Dr. Livio Pena ) que vivía en la 27 de Febrero al lado del "antiguo Teatro Olimpia de San Juan" junto a su familiares, influyo para que el local de dicho teatro, el cual se encontraba en estado de abandono, se acondicionara para el futuro Club de Judo.

Se necesitaba un colchón para hacer los entrenamientos,(en la lengua japonesa se le dice "Tatami"). Fue así como se pensó hacer dicho colchón.

Se hicieron rifas, bailes y que otras actividades para comprar la lona y otros materiales( si mal no recuerdo, creo que don Mario Fondeur dono algunos materiales).


Lo mas ingenioso del asunto fue que no se contaba con el material de relleno para el colchón o Tatami, entonces no se a quien se le ocurrió que con la "Guata" de los árboles de bayahondas y de baitoas se podía hacer el mejor relleno( esa fue una idea súper genial, pues todo lo aportaba el ingenio sanjuanero y la madre naturaleza).

Fue así como decidimos conseguir la mayor cantidad de guata posible. No se también, quien dio la idea ( súper genial) o corrió la voz de que en "Pedro Corto" había todo un almacén de guata.

Fue así como todo una brigada de los futuros judokas sanjuaneros nos internamos a Pedro Corto en busca de la codiciada guata. Cabe mencionar aquí una vez mas, no solo el gran entusiasmo sino el gran apoyo de don Mario Fondeur que desde un primer momento presto un camión de su propiedad para la busca de la guata y que a la misma vez, participo en esa labor montuna.

Esta experiencia debe darle vergüenza a muchos ( no a todos ) que se encuentran en el siglo XXI rodeados de alta tecnología y con mas facilidades materiales que aquel entonces, pero quizás con menos fe. Había mucha diferencia: era como toda una familia.

El club duro funcionando en ese local si no me equivoco hasta el final del ano de 1968 o comienzo del ano de 1969. Después fue trasladado a una casa frente a la sastrería de Marcial Butten, padre del fundador, Dr. Ranulfo Butten. Fue pionero de campeones a nivel nacional e internacional tales como Eddy Robles Cruz, Titao Pina, Francisco Villaman, ( alias Winton) y otros.

Los muchachos del Politécnico Loyola de San Cristóbal y del ISA de Santiago, entrenaban en el en las vacaciones (judokas tales como Jaime Casanova, Domingo Paniagua (Ningo), Julián Gabot, Frank ( el hijo de Bona ),Rafael Robles Cruz, etc, desfilaron por el club). Las actividades disminuyeron debido a que su fundador y otros de la misma generación marcharon a la capital, como diría el libro " San Juan, Una Cara Al Futuro", en busca de ese futuro.

Fue así como el profesor Alejandro Mateo que ya se había hecho miembro desde el 1969 ( si mal no recuerdo ), tomo las riendas. Le cabe a este también la gloria y a otros el de haber "rescatado" el club de Judo de San Juan.

Después de ahí, ustedes saben más que yo de la labores prosperas de campeones sanjuaneros, No me puedo considerar el sábelo todo en Judo, pero una cosa si puedo que he visto muchos Tatami en esta vida y puedo asegurarles, que el Tatami del antiguo Teatro Olimpia de San Juan o Primer Club de Judo, nada, absolutamente nada tenia que envidiarle a los demás.

Es mas, si vamos a materia de "originalidad", ese Tatami fue concebido con una originalidad increíble, en el trabajaron sastres, zapateros, mecánicos, etc, con el ingenio de su diseñadores. Cuando la primera delegación de Judo de la capital encabezada por el entrenador Joaquín Hernández y después por el maestro Matmoru Masunaga llegaron al club, se asombraron del diseño del Tatami.

La gloria de toda la fundación del club de Judo de San Juan le cabe sin duda al Dr. Ranulfo Butten. Fue el su fundador, su diseñador, su ideólogo. Por supuesto, la gloria siempre estará también de parte de todos esos jóvenes y hombres entusiastas que juntos decidieron fundar el primer club de Judo; también la gloria le toca al pueblo sanjuanero, que recibió con entusiasmo a los judokas. !Caramba, cuanta creatividad! Aquí si hubo desde entonces, un nexo cultural a todo dar.

Esa fue, la primera etapa del club de Judo de San Juan.

Reconosimiento Especial.
Honor a tantos campeones como son entre otros: Ingeniero Edmundo Peña y quien cooperó arduamente en la fundación de dicho club ( alias Mundo, hijo del Dr. Livio Pena, los cuales son nativo de la misma ciudad donde yo nací, San Francisco de Macorís, pero como bien saben los "barrigaverde",somos tan sanjuanero como el más), Luís Lapaix ( de los Lapaix que Vivian en la avenida Anacaona), Ramoncito ( Fefén, o mejor conocido como el abuelo, tan buena persona Fefén siempre sonriente), Dr. Ricardo Pina ( alias Titao, fallecido, perdón porque no me recordaba del primer nombre de Titao ).

Otros que aun no recuerdo, pues como yo me retiré pronto, pues me enamore más del Karate que del Judo.

Como dice que el club de Judo de San Juan figura como el tercero en la lista de miembro del Kodokan dominicano que dirigía el fallecido "don Máximo Gómez P." ( uno de los burgueses dominicanos de mucha calidad humana, si todos fueran como el creo que entre ricos y pobres hubiera un gran entendimiento, que en paz descanse ).

La primera delegación después de los entrenadores Joaquín Hernández y un tal Franklin( que era comisionista como Joaquín Hernández y que era simplemente cinturón verde, ya que Joaquín Hernández, oriundo de San Francisco de Macorís y hasta primo lejano de mi madre, era cinturón negro primer dan).

Dicha delegación arribó a San Juan por el año de 1968, posiblemente a mediado de ano, encabezada por Matmoru Matsunaga, Máximo Gómez P y otros más. Se le dio una recensión en el restaurant "Hipocampo" que efectivamente quedaba al lado del club de Judo ( en el local de Maguana Mercantil, antes del Hipocampo fue otro restaurante cuyo propietario fue Gautreo) y cuyo propietario fue Francisco Nina ( alias Nina ) que como bien tu dice, cooperó con el club, lo cual es verdad.

Otra cosa que se me olvidó decir fue que el club de Judo, hizo una transición de local también y fue en el patio de la casa de Winston Villamán , cuya casa es aquella de los Ramírez- Naut que está en la Anacaona detrás de Bellas Artes ( donde la esposa de Matmuro Matsunaga, Michiko, hizo por primera vez su aparición en San Juan).

Creo que después de ahí fue que se mudo al local frente a la sastrería de don Marcial Butten casi frente a la casa donde vivió Ranulfo Butten al lado del difunto Frutico.

Todo aquello fue mucho entusiasmo, mucha organización. Los dominicanos de hoy día, gobernantes y gobernados, debieran aprender de esta experiencia, pues en materia de organización y decisión, es un gran aporte a la cultura del pueblo sanjuanero. Los frutos están ahí. Todo fue tan simple, lo mas importante de esta experiencia es que en este mundo hay que actuar, hay que dejar de hablar mucho y hacer mas. Ranulfo Butten, como hombre de acción lo comprendió, y sin hablar mucho, actuó y organizo sin mucho recurso. Ustedes son testigos de los frutos cosechados.

Esta experiencia se parece también a la creación de las paginas San Juan y su Cultura, organizada y creada por nuestro gran amigo, compañero y compueblano Ingeniero José Enrique Méndez, otro hombre de acción. Sin hablar mucho ha rescatado muchos valores perdidos de la cultura de todo un pueblo al servicio del pueblo y para el pueblo. Esa ha sido otra lección reciente para aquellos que hablan mucho y no hacen nada.

Autor: Tobías de León
domingo, 31 agosto, 2008

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