La “senda de la espada” en el país

SANTO DOMINGO.- La adrenalina puede sentirse.
El tata me, o piso especial sobre el cual se combate, se convierte por cuestión de minutos en el centro del universo para los dos nobles guerreros enmascarados que, espada en mano, se enfrentan buscando la supremacía.

La escena no ocurre en Japón, sino en pleno corazón de la Capital de esta media isla. Se trata de un grupo de estudiantes de Kendo de la Liga de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), quienes aprenden y perfeccionan el arte de la esgrima japonesa.

Aunque ya los tiempos de utilizar las conocidas katanas dio paso al uso de espadas de bambú (shinai) o madera (bokken); este arte marcial proveniente de la tierra del Sol Naciente sigue cautivando a fanáticos y adeptos en todo el mundo, quienes mantienen la tradición del “camino de la espada”. Decimos así, puesto que esta es la traducción al español de Kendo: Ken “sable”, y Do “vía” o “camino”. Sumado a la espada, los practicantes de este arte proveniente del kenjitsu, se protegen con una armadura llamada “Bogu”, que está compuesta de varias piezas.

Tradición combativa de Oriente invade pacíficamente el país
Uno de los elementos más llamativos del traje con que se practica kendo es el “ken”, protector de la cabeza y el cuello, forrado y con una rejilla en la parte delantera llamada men-gane para proteger la cara.

Igualmente, el “kote” protege la mano y el antebrazo, mientras que el “do” es el protector del tórax y el abdomen. También existe el “tare” que es un mandil compuesto por faldones y que protege el área pélvica.

Combate
La forma de combate (shiai) o competencia se realiza sobre el dojo, un cuadrilátero de seis metros cuadrados. Ambos contrincantes se enfrentan durante cinco minutos y gana el que primero coloque dos puntos logrando hacer contacto sobre el adversario.

Si al término del tiempo ninguno ha realizado anotación, el mismo se extiende hasta que uno de los dos realice un tanto y se le declara ganador. Para diferenciarse, se utilizan cintas rojas y blancas que se colocan, cada una, en la espalda de uno y otro contendiente.

Otro asunto de importancia es que al momento de colocar un punto, el gladiador debe mencionar el nombre del golpe, puesto que si no lo dice el mismo no será válido. Esto es así debido a que simboliza la unión del ki, ken y tai shi, que significa mente, cuerpo y espíritu, en uno solo.

Para estos combates se utilizan tres árbitros. Uno principal en el centro y dos a los lados, de los cuales 2 deben validar el punto otorgado.